31.10.14

Silbidos de pájaro ( II )

I
Escaló por cada curva de su cuerpo
 y clavó una bandera 
en la gran cima del orgasmo.

II
He derribado rocas más fuertes que tú. 
Y lo siento por ti, 
pero te convertiré en polvo del desierto.

III
El frescor 
era ver su falda al viento 
y el sol rozando sus piernas 
por donde sólo pasan algunas manos

IV
Dónde iremos 
con este sol que me deslumbra el alma. 
Dónde iremos 
con esta calma que me destroza el cuerpo.

V
Dijeron que el futuro era negro. 
Su mente de niña 
lo veía como una pizarra vacía 
y ella tenía las mejores tizas.

VI
Has hecho crack 
y eres todo grietas. 
Ya no hay silicona 
que repare tu falta de amor.

VII
Ponte la ropa
 que el sol no te abraza como te abrazo yo 
y te vas a quedar helado 
cuando te rocen sus rayos.

VIII
He visto a las flores 
sonrojarse por tu forma de mirar. 
He visto a los árboles 
bailar cuando se me levanta la falda.

IX
No me digas que la vida es dura 
sin haberte enfrentado a ella. 
Y no me digas que mañana llueve 
si todavía es hoy.

X
El sol me ha dicho que se jubila, 
que con todo lo que brillas 
puedes ser el sustituto perfecto.

XI
Puedes tirar un vaso de agua 
en ese mar podrido tuyo, 
los peces seguirán muriendo, 
nadie sobrevive contigo.

XII
No sabes lo que tienes 
hasta que le miras a los ojos 
y sonríe 
como si este fuese un mundo feliz.

XIII
Cierra las ventanas, 
que se nos escapa la vida, 
y llueve fuera.

XIV
El sol ha amanecido despeinado 
y la luna se ha ido de la cama sin decir adiós.

XV
Apestas a cariño caducado, 
creo que te han timado 
con amor del malo.

24.10.14

F e m i n i s m

Tenía un olor inconfundible:
olía a mar revuelto,
a furia de tormenta, 
olía a la libertad de los pájaros
Olía a color rojo.
Tenía un sabor inconfundible:
sabía a placer prohibido,
sabía a las olas cuando rompen,
a relámpagos de verano.
Sabía a color rojo.
Es de esas que imponen,
que caminan con la cabeza alta,
que sabe lo que dice, 
que dice lo que quiere,
que decide por sí misma.

Y sí,
ella es más fuerte
de lo que le han dicho siempre.

Ella es ella

Y no somos princesas,
somos lo que queremos
y cuando queremos.
Somos como queremos
aunque no queráis.
Y te contesto si me miras raro,

y me dan asco tus comentarios
y quiero vestirme como me de la gana,
y yo elijo quien entra en mi casa,
en mi cama
y en mí
y cuando digo 'no'
es NO.
Y cuando digo 'sí'
es SÍ.


Y si te ofende,
me ofendes.







17.10.14

Eres tan Otoño y yo soy tan Primavera

            



Se nos han caído las palabras
de las copas de los árboles.
Se me va la primavera, 
se nos ha ido de las manos.

Y aún así,
tú, 
tan brillante como nadie,
que al mal tiempo buena cara,
y tú te luces
con los desastres naturales.
Las tormentas y huracanes son tu fuerte,
eres muy de derribarme con mirarme
y yo,
yo soy más de pararme a coger flores,
de tumbarme entre los pétalos
de jugar a camuflarme.

Pero eres tan otoño,
tan fan de "peli y manta"
que te encanta que nos llueva,
te encanta volver a casa
corriendo bajo un paraguas
aunque sólo sea por tus planes de sofá.

Y yo soy tan primavera,
que inevitablemente me vuelvo otoño,
pasando por el verano
y me da por acompañarte
en tus planes de mal tiempo,
mientras recojo las hojas 
que se caen a nuestro paso
y las guardo para mi estación,
para que crezca todo otro año,

Eres tan otoño,
y soy tan primavera
que estoy deseando 
el calor de tus inviernos
para tener flores
hasta en los labios.


10.10.14

Canción de despedida

Medio ahogada en un mar de lágrimas
salgo del naufragio
con los pulmones llenos de sal
y el corazón encharcado.

Y todo
para descubrir
que las peores tempestades están dentro,
y que si el agua me llega al cuello
es porque me inundo el cuerpo.

Aún huele a tormenta,
aún se siente la lluvia,
y aún quedan olas
que rompen contra mis párpados.

No quiero decir
que el mar sea horrible,
yo adoro el mar
pero odio hundirme.
Odio la sensación de no poder salir de mí,
odio que me lleve la corriente
y me sumerja en todas las dudas,
odio que me golpee contra las rocas y los recuerdos.
Y odio que al salir
nada vuelva a ser igual,
porque es como una mala pesadilla
que no acaba al despertar.

Así que,
una vez fuera del agua,
sé que jamás se sale del todo,
que hay un poquito de agua salada
que se queda dentro.


                                              
Y me saben los labios a sal
desde que te dije adiós.